miércoles, 12 de octubre de 2011

Exposición Gastronómica

El día jueves tres de octubre, nuestro grupo realizó una exposición gastronómica de la comida típica mexicana, la cual, llevó cierta capacitación, investigación y también inversión de tiempo, con esto nos referimos a que nos dedicamos a buscar los ingredientes lo más naturales, y al mejor costo. Obviamente nos encontramos con diversas situaciones como lo serían, que, muchos productos (lácteos, principalmente), ya estaban sobre procesados o eran suero de leche de licuadora (más sintéticos que un plástico) y que los naturales son más costosos.
El objetivo de la exposición era dar a conocer un poco sobre la tradición y diversidad de alimentos mexicanos y que no los dejemos morir, que se consuma la comida mexicana que para nuestro gusto es mucho mejor que la extranjera, llena de comida propiamente más natural y con muy pocos ingredientes envasados, cuando sinceramente encontramos un problema en nuestro circulo universitario que al momento en que llegaban nuestros compañeros de otras carreras lo primero que preguntaban era ¿Las regalas? ¿Me das?, pero nunca preguntaron qué onda con la exposición, para que era, cuál era el objetivo de dicha propuesta, nada, solo llegaban a comer, pero aun así creo que logramos causarles un poco el impacto de lo que era el objetivo pues al disfrutar d dichos platillos se quedaron que esa impresión, comida mexicana, muy buena, y para nosotros eso fue un gran avance poder causarles esa curiosidad por probar y aprender  sobre el sabor tan peculiar de nuestra comida. Pues les apostaría a cualquiera de ellos que una hamburguesa, un hot dog, o una pizza para nada saben igual a la nuestra comida. La actividad fue muy buena muy agradable, tanto para las nosotros como para las personas que se tomaron el tiempo de visitarnos, en conjunto creemos que tuvo un resultado meramente positivo.   Preparamos nuestra exposición, de alguna manera adornamos nuestro espacio, y montamos todo lo necesario para comenzar con la exposición a más tardar a las 9 de la mañana. Fue mucho trabajo al iniciar y más en mi equipo ya que solo éramos 3 integrantes pero no nos importo sacamos adelante la exposición y creo que la hicimos muy bien.
Así mismo nuestro equipo  tuvo varias dificultades (al sólo ser tres integrantes) a la hora de cocinar y servir los platillos,  pero a pesar de estos percances disfrutamos mucho la actividad, aunque nos impresionó ver que la gente que pasaba a nuestro puesto, solo quería preguntar qué dábamos, pero no se interesaba por la explicación. Nos parece que los mexicanos somos así, preferimos muchas veces hacer las cosas al aventón y al último momento antes de dedicarnos a estudiarlo.
Nuestro concepto para el puesto fue una fonda típica mexicana, la cual fue idea de María, al momento de saber está idea nos dedicamos a hacer un menú, y la mampara, la cual tuvo la idea de señalamiento de carretera, de los que existen en las orillas o por las gasolineras, donde venden sopes, o es una tiendita con comida corrida, los cuales son muy típicos en nuestro país, y, son parte de la identidad y cultura que tenemos por ende. Daniela se encargó de elaborar los esquites y el picadillo, y en la exposición fue quién estuvo haciendo las quesadillas, Javier fue quien ayudó a cortar las verduras y tratar de dar la explicación a quiénes se paraban por el puesto, así como a conseguir la luz para los sartenes eléctricos y la parrilla.
El menú o los platillos, que dimos en la degustación fueron los siguientes:
·         Quesadillas de Picadillo: La tortilla estaba hecha de maíz nixtamalizado, al no saber hacer tortillas las compramos ya hechas en una, valga la redundancia, tortillería que se encuentra en el mercado Morelos, por el segundo acceso. El picadillo fue carne molida de res, nos parece que era sirloin el corte, la marinaron en salsa magui, sal con ajo, sal con cebolla, un poco de caldo de pollo, hojas de laurel trituradas, pimienta, salsa inglesa y un clavo, la zanahoria, la papa, la calabaza y la carne la agregamos en una sartén previamente calentada con mantequilla para evitar usar aceite (porque brinca muy feo estando demasiado caliente) y lo revolvimos todo durante quince minutos aproximadamente, que fue el tiempo en que la carne soltó el jugo y  del color rojo intenso cambió a café, en este punto le agregamos los elotes amarillos, los cuales son más dulces (y baratos) que los elotes blancos, lo volvimos a revolver con la pala de madera y tapamos, bajamos la flama y dejamos reposar.  El día jueves, calentamos las tortillas, les pusimos queso Oaxaca o asadero, como también se le conoce, y picadillo, doblamos y partimos a la mitad.
·         Quesadillas de Flor de Calabaza: Utilizamos las mismas tortillas (compramos un kilo y medio), la flor de calabaza, primero se lavó y desinfectó, al igual que el cilantro, se fríe con mantequilla, junto con el jitomate y la cebolla. El día jueves también se calentaron las tortillas y se le agregó el queso asadero, el cual es hecho artesanalmente en tinajas dentro de congeladores, y las personas que se encargan de hacerlo lo van como enrollando como si fuera una bola de estambre y al terminar una bola se corta con una guillotina gigante y se agrega el suero de queso, las bolas pesan alrededor de un kilogramo. Después de este procedimiento de agregar el queso y las tortillas se pone la flor de calabaza y se parte por la mitad. En nuestra opinión las quesadillas de flor fueron las mejores.
·         Esquites: La idea de presentar los esquites en un principio era hacerlos tipo Chihuahua, estos son en vasos de unicel con mantequilla y un toque de chile piquín, después una capa de granos de elote, los cuales, son cocidos en agua natural con epazote, la cual es una hierba aromática y también medicinal, la cual es originaria de México y fue usada por los aztecas (esta información la obtuvimos gracias al trabajo de inglés que se nos pidió para el Foro celebrado el pasado lunes), en fin, los esquites los tuvimos que servir en vasos de plástico (porque no encontramos vasos de unicel del tamaño que se necesitaba), les pusimos solo limón, mayonesa, queso y chile al final, misteriosamente, no sobro ni uno, desde el momento que los pusimos.
·         Salsa: La salsa la hizo Danny, primero lavó los tomates verdes, y les quitó la cáscara, los metió a la licuadora, les puso un chile verde toreado y sin semillas, medio jitomate y caldo de pollo, los licuó y finalmente la calentó.
·         Agua de Guayaba: Se lavaron las guayabas, se partieron por la mitad, se licuaron con un cuarto de azúcar refinada, y un chorrito de agua, y finalmente se coló y se puso en el agua natural.
·         Buñuelos: Solo compramos las tostadas, y se hizo la miel con piloncillo, agua y guayabas.
·         Tunas: Se lavaron, se pelaron, se partieron por la mitad y finalmente se les puso limón y chile al gusto.
A la mitad del evento se terminaron las tortillas y la flor de calabaza, y al no tener tiempo para ir por otras, se nos ocurrió agregar el queso que sobraba con el picadillo restante y creamos queso fundido.
Podemos concluir que tenemos una gran diversidad como país tanto en la cocina, como en las fiestas y diversas costumbres que se tienen, pero lamentablemente estas se están perdiendo con el paso de las generaciones, tal y como se expuso en el trabajo anterior, por la globalización y la comercialización de diversos productos, además de la falta de interés de la gente lo cual lo pudimos notar en la exposición.





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