La semana pasada realizamos una actividad, cuyo principal objetivo fue el comparar la comida a la que nosotros denominamos típica y observar que era lo que realmente comíamos, si era verdad o mentira que la comida mexicana es altamente calórica, si tiene buenos fundamentos en cuanto a carbohidratos, lípidos o proteínas y ver si realmente seguíamos con las costumbres meramente mexicanas, que se tenían antes de la globalización de E.U.A. a nuestro país y los demás países Sudamericanos.
Nuestros compañeros llevaron desde los platillos más comunes como lo serían: los frijoles, la flor de calabaza, los nopales, las gorditas, las enchiladas y las enmoladas, hasta llegar a los platillos más extravagantes como el atole de limón y el atole en masa. Así mismo, se conocieron platillos, que, a pesar de no ser mexicanos la gente los consume, como lo serían el salmón, la soya y la hamburguesa.
Nos parece que la comida muchas veces es una forma de identidad, como lo sería para otras personas la religión o hasta la misma música, pero nuestra comida típica se ha ido extinguiendo poco a poco, como nos pudimos dar cuenta con la hamburguesa o el salmón. Muchas veces las personas prefieren llevar la comida comúnmente llamada rápida, porque es más fácil de calentar, no se tienen que cocinar, su transporte es mucho más eficiente, y, suponemos que para muchas amas de casa es más práctico el comprar una pizza que hacer un arroz, un atún o una comida más sana. Además, claro está, que por lo mismo que no se cocina y ya viene de abre fácil (ósea se desenvuelve y se come) no hay necesidad de lavar trastes, o recoger la cocina.
Esta forma de convivencia, nos parece, que es muy importante, porque de esta manera, uno se da cuenta , de que le gusta, que no le gusta, como esta educado, en cuanto a la manera de comer ciertos platillos, esto, lo decimos debido a que, uno de nuestros compañeros comió su platillo de una manera muy típica en el Distrito Federal (chilaquiles con bolillo), aunque estamos dejando las tradiciones del acompañamiento de la comida con aguas frescas, cambiándolas por algo tan dañino como lo son los refrescos, el comer tortillas, nopales y caldos, por las hamburguesas, las papas fritas y las golosinas.
Muchas veces nos comemos u obligan a hacernos comer cosas que no nos gustan pero son importantes para nosotros y son parte de una dieta rica en nutrientes, por esta razón nuestros antepasados tuvieron una mejor vida, que, a pesar de ser corta la vivieron con excelente calidad, además de que su vida era menos sedentaria, y su medio ambiente no estaba tan contaminado, al igual de que todo lo que comían eran cien por ciento natural. Actualmente, estamos en una época demasiado complicada, tanto por la crisis económica que vivimos, como por la tremenda americanización en la que poco a poco hemos estado perdiendo nuestros platillos tradicionales, los cuales resultan ser más económicos que los industrializados (como Mc. Donalds, Burguer King, Wendy`s, KFC, entre otros) y otro incluso se atreven a robar y piratear de mala manera algunos de nuestros platillos típicos, como lo son los tacos, que, por dar algún ejemplo, en E.U.A se atreven a decirles tacos a unas especie de canasta, con un intento de pollo en ellas, algo de lechuga y un poco de salsa y los venden así (Taco Bell), lo sorprendente en este caso es que ya hay gente en el Norte que come eso y las nuevas generaciones de estas familias no sabe que es en sí la machaca con huevo, las discadas y prefieren irse a las “burguers” y “malls” que estar en el tianguis comiendo los platillos típicos.
Lamentablemente la diferencia entre culturas ya no es solamente notable en la comida, si no también, cuando se ven a las señoras indígenas con las muñecas de trapo y collares de chaquira que ellas hacen a mano, son ignoradas por las niñas, las cuales prefieren tener una barbie que una muñeca de este tipo, porque son “nacas”, los rebozos, los chales, las trenzas y faldas largas ya no son tan mexicanas como lo eran antes, ahora, cuando en el extranjero se quiere saber algo sobre México, lo más probable es que la persona conteste:
-ah, México, pues es el país donde roban, que nunca ganan los partidos, y el de las películas de contenidos no apropiados.
Suponemos que en vez de escuchar esta respuesta, nos gustaría escuchar algo más motivador como, que somos un país con una diversidad impresionante, que su cocina es una de las más variadas del planeta, que somos solidarios y sabemos mantenernos unidos en las circunstancias más desgarradoras, que tenemos fiestas que son únicas en el mundo como lo son el día de muertos, donde nos damos la oportunidad de burlarnos de la gente y rendirles ofrenda a nuestros occisos y las posadas, que son únicas en el mundo, o al menos, eso nos parece, mientras existen países que deben de copiar tradiciones de otros y de esta forma comercializar.
Con la dinámica nos dimos la oportunidad de conocer la comida que se come en las diferentes casa, familias, estados y municipios que conforman el país, y de esta forma darnos cuenta que es algo demasiado importante y que debemos de seguir manteniendo estas tradiciones a través de las generaciones.
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